¿Alguna vez te han contado la verdad sobre ser madre y emprender un negocio? En internet te encontrarás muchas historias de mujeres valientes que por un motivo u otro decidieron emprender un negocio siendo madre.

Todas tienen una “verdad” que contar; su verdad, porque la verdad de ser madre emprendedora depende de varios factores como edad de tus hijos; apoyo de tu pareja; apoyo de tu ambiente familiar, tu situación personal y económica y otros factores. Todas tenemos nuestra verdad de lo fácil o difícil que llegó a ser emprender siendo mamá.

Yo voy a contarte “mi verdad”. Compartir contigo mi verdad sobre lo que ha significado en mi vida ser madre y emprendedora.

Así empecé yo,

Una tarde mientras mis hijos de 6 meses y 2 años dormían la siesta, me puse a navegar por la red. El tiempo libre para mí era muy escaso y siempre lo invertía en lo que realmente me gustaba. Me encanta leer sobre mentalidades de éxito, bienestar, felicidad, equilibrio emocional, alimentación y deporte.

Aquella tarde navegando por la red encontré una formación de PNL, Programación Neurolingüística, ¿y esto que es? me pregunté. Al parecer era una formación basada en la excelencia humana y la maestría en la comunicación.

En resumen, venía a decir que el modo en el que nos comunicamos con otros y el modo en el que nos comunicamos con nosotros mismos, determina en última instancia la calidad de nuestra vida.

Hablaba de que los límites de lo que queremos alcanzar solo estaban en nuestra mente; que la interpretación que hacíamos del mundo exterior determinaría nuestra experiencia vital, que en muchos casos nuestros patrones mentales nos mantenían anclados en la vida que teníamos en este momento.

Al leer por primera vez esto del PNL me impactó, porque me abría una puerta en mi mente que pensada estaba cerrada con 3 llaves. Por la cabeza me rondaba convertirme en emprendedora siendo máma y esto del PNL me mostro que la puerta estaba entreabierta y yo no me daba cuenta.

Lo que más me llamó la atención es que esta formación la realizaban de forma presencial en una ciudad muy cercar de donde yo residía. Así que ni corta ni perezosa llamé al número de teléfono que encontré y me matriculé en la primera de las muchas formaciones de pago que realizaría fuera del sistema educativo tradicional.

Lo mejor de esta formación fueron dos cosas:

1.- El contenido era brutal, las tomas de conciencia me permitían crecer en cada clase, mi mente empezó a soñar a lo grande, recuperé una ilusión por progresar y evolucionar que hacía mucho tiempo que no tenía. Comencé a tener la respuesta a cómo ser mamá y emprendedora.

2.- Por otro lado, me permitió salir de casa y hacer algo por y para mí. Llevaba casi 3 años dedicándome en exclusiva a atender y cuidar de mi bonita familia.

Aunque me sentía feliz y afortunada por poder verlos crecer y acompañarlos en todo momento en sus primeros años de vida, si eres madre sabrás que no es tarea fácil. Así pues, el poder dedicar un sábado completo cada semana en formarme en algo que me entusiasmaba, fue como recuperar un poquito de mi esencia, que en la a veces ardua tarea de ser madre había olvidado por completo.

Después de la formación de PNL, vino la formación en Experto en Coaching nivel Excellent, en aquella formación aprendí lo importante que es conocerte y reconocerte.

Identificar en qué eres buena, cuáles son tus dones y tus talentos, qué deseas para tu vida, aprender a visualizar tu mejor futuro posible que además sea coherente con tus valores; trabajar tu gestión emocional; tu sistema de creencias y tu comportamiento.

La inyección de energía y motivación fue extraordinaria. Ya estaba pensando seriamente en ser emprendedora. En ser madre y emprendedora.

Ser Madre y Emprender. Llegó el Momento.

En abril de 2013 había invertido más de 6.000€ en mi formación en Practitioner en PNL y en Experto en Coaching. Había llegado el momento para mi de emprender, de amortizar el dinero invertido, de demostrarme que era capaz de crear la vida que tantas veces había imaginado durante mi formación.

Cuando me preguntan ¿qué es coaching? Siempre contesto coaching es acompañar a una persona, un grupo o un equipo a pasar de un estado actual a un estado deseado desplegando en el camino el potencial que la persona alberga en su interior.

Querida amiga, aquí te explico lo que fue para mí las 3 fases por las que pasé antes de llegar a obtener los conocimientos, la experiencia, la sabiduría y a generar los ingresos que me permitirían cumplir con mi sueño y con mi propósito de vida. En definitiva, para emprender siendo madre o ser madre y emprender.

PRIMERA FASE DE EMPRENDER SIENDO MADRE. “LA ILUSIÓN”
Esta es una fase muy interesante y necesaria porque la ilusión va cargada de motivación y la motivación conlleva implícita la acción, encuentra el motivo que te lleve a la acción y serás imparable.

Mi sueño: acercar hasta Alicante, aquí en España, las formaciones de PNL, Coaching, Inteligencia Emocional, Mindfulness etc. Quería traer hasta mi tierra todo aquello que tuviera que ver con el desarrollo profesional y el crecimiento personal.

Organizaría eventos, congresos y formaciones multitudinarias y en el camino podría rodearme de todos esos profesores, mentores y profesionales que tanto me habían aportado en mis formaciones, permitiéndome así seguir creciendo y formándome a su lado.

Otro de los elementos fundamentales que me motivaba muchísimo, es que todo lo que estaba aprendiendo podía transmitírselo a mis niños. Quería que desde bien pequeños crecieran con unas creencias que les potenciaran, aprendieran la importancia de gestionar sus emociones, reconocieran su identidad, descubrieran cuáles son sus talentos, entrenaran su mente para vivir una vida plena y un largo etcétera.

Durante esta etapa llegué las siguientes conclusiones:

1.- No quería vender mi vida por un sueldo para hacer realidad el sueño de otra persona y en el camino perderme la infancia de mis hijos.
2.- Había descubierto que era posible vivir haciendo algo que amas, no estaba dispuesta a dejar pasar esa oportunidad. ¡Era posible ser una madre emprendedora!
3.- Quería ser dueña de mi tiempo y no estar sometida a un horario. Si mi hija tenía anginas poder elegir quedarme con ella sin dar explicaciones a nadie, llevarlos al cole y recogerlos, ir al parque, etc. Era y soy consciente de que la etapa de la infancia de nuestros hijos es solo entre 12 y 15 años y no estaba dispuesta a perderme esos años.
4.- Quería tener, por supuesto, mi independencia económica, de ninguna manera viviría del sueldo de nadie, yo generaría mis buenos ingresos. Tengo muy claro que esto me daría una libertad que bajo ningún concepto estaba dispuesta a rechazar.

Y con toda mi ilusión, cargada de motivos y razones para emprender, tracé mi estratégico plan de acción, dispuesta hacer lo que fuera necesario para obtener los resultados que deseaba, me lancé a la piscina.

Ser Madre y Emprender. La Etapa Dura.

SEGUNDA FASE: “LA REALIDAD”

Esta fue una dura etapa para mí. Empecé a asistir a eventos, presentarme a gente explicándole lo que hacía, recorrí ayuntamientos, agencias de desarrollo local, asociaciones de emprendedores y empresarios.

Organicé eventos, di conferencias gratuitas, saqué mi web al mercado, hice campañas de Facebook, prensa, radio y un largo etcétera, cumplí mi plan de acción al dedillo, hice más de lo había imaginado que podía hacer, pero los resultados no llegaban.

En esta fase todo era nuevo para mí, tenía que estar en modo aprendizaje, saliendo continuamente de la zona de confort. Por el día trabajaba todo lo que podía, por la noche soñaba que seguía trabajando, me costaba mucho dormirme y me levantaba muy temprano para hacer no sabía bien qué.

Estaba perdida, frustrada porque los resultados no llegaban y angustiada, porque se suponía que uno de los motivos principales por lo que hacía todo esto, era por ver crecer a mis hijos, la verdad es que en ese momento de mi vida, tampoco estaba todo lo presente que me hubiera gustado estar.

Recuerdo pensar: “no puedo lanzar un negocio, cuidar como yo quiero a mis hijos, atender las tareas de casa, comida, colegio, situaciones familiares etc. Esto es demasiado para mí”.

Un día después de dejar a los niños en el colegio, volvía caminando a casa y desesperada y frustrada por que habían pasado muchos meses y los resultados no llegaban, me preguntaba: “Dios mío, universo si alguien me está escuchando por ahí arriba, indicarme qué más puedo hacer para sacar este proyecto adelante”.

Sino tiene que ser, si no lo voy a conseguir, mandadme una señal porque no sé si voy a poder aguantar más frustración”. Y sabéis que, una vocecita en mi interior me decía: “Mª Jesús demuéstrale a la vida que eres merecedora de esto que ansías y la vida te lo dará”.

A veces cuando llegaba a casa tenía el correo de una persona que me daba las gracias por el trabajo que hacía, porque decía que le había ayudado en algo.

Estos detalles yo los interpretaba como señales, que me indicaban que debía continuar, que había sembrado mucho durante un largo invierno, y la primavera estaba por llegar.

La fase de la realidad, es una fase en la que te das cuenta de todo lo que te falta por aprender, estás en modo aprendizaje todo el día con el desgaste que a veces conlleva.

La incertidumbre te come por dentro pues no sabes si después de todo el trabajo vas a ver resultados y a veces te sientes culpable porque estás tan implicada en tu proyecto que no estas al 100% con tus hijos, ni con tu familia, ni siquiera contigo misma.

Es la fase donde un porcentaje muy alto de personas tiran la toalla, la duda les corroe por dentro y no soportan la presión. Necesitan la seguridad y vuelven a un trabajo que no les gusta, porque necesitan cobrar un sueldo.

Si estas en esta fase, aguanta un poco más. La noche es más oscura antes del amanecer, porque es posible que los resultado no lleguen cuando tú te esperas. Para ser madre y emprender necesitas:

  • estar comprometida con lo que haces
  • creer en ti y en tu proyecto,
  • gestionar bien tu sistema emocional
  • seguir adecuadamente los pasos para emprender,
  • tener definido tu nicho de mercado,
  • tener tu plan de negocio desarrollado,
  • establecer un plan de acción adecuado
  • que tu tu producto o servicio resuelve un problema al mundo, es necesario que funcione.
  • No te rindas, todavía porque amiga mía ahora viene la fase de la recompensa.

Ser Madre y Emprender. Recogiendo los Frutos

FASE DE “LA RECOMPENSA”
Y el amanecer llega a tu vida y con el amanecer la primavera, has sembrado tanto que es imposible que alguna de las semillas no den su fruto, es imposible que alguna semilla no haya caído en tierra fértil.

En esta fase has aprendido a organizarte mucho mejor, eres más productiva, tomas mejores decisiones, ves con más claridad, llegan a tu mente ideas más creativas.

Has aumentado tu confianza, tu autoestima, porque ya lo has conseguido, tus amigos, tu familia quiere saber qué has hecho y cómo lo has hecho, te conviertes en un referente, es una autoridad de tu negocio, has aprendido e integrado todo lo necesario para que así sea.

Los clientes vienes con más facilidad, ya no sales tu a buscarlos ellos te encuentra, porque has creado una buena marca, porque otros hablan de ti, porque has generado los impactos necesario en tu potencial cliente para que se decida a probar tu producto o servicio.

Enhorabuena, has llevado tu negocio al siguiente nivel. Ya no lo haces tu todo, ahora te apalancas en el conocimientos de otros, para transmitir a tus clientes profesionalidad y confianza, para poder llegar a más personas, aprender a delegar y a supervisar con excelencia el trabajo para conseguir los resultados que deseas para que tus clientes queden satisfechos.

En esta fase has demostrado a Dios, al universo, a ti misma que eres capaz, que tu y tus hijos os lo merecéis, has ampliado mucho tu zona de confort y es hora de regodearse con los resultados. No para relajarse, sí para celebrarlo.

En mi caso llegué a esta fase con la ayuda y compañía de un mentor, más un máster de emprendedores, empecé a enfocar todo el tiempo que había decidido sería laboral y toda mi energía en una sola cosa a la vez, con un mentor que me iba guiando en el proceso con la formación y la información necesaria para sacar adelante mi proyecto. Fue como pasar de ir en un coche con el fecho de mano echado a quitar ese freno de mano y darme cuenta que podía acelerar para ir cómodamente a 120Km horas.

Y ahora mi trabajo es ayudar a ser madre y emprender.

Te agradecería que nos dejaras un comentario sobre este artículo. ¿Cuál es el principal problema con el que te encuentra para emprender siendo madre? Tu opinión nos interesa gracias.

Otro artículo de este blog que te puede interesar: “

Acceso

Accede con el correo electrónico con el que adquiriste el curso y la contraseña que creaste.